Los atomianos
Sharon Rose Master SungHo Lee trabajó en Samsung 13 años en el depar¬tamento de aduanas de comercio internacional. En reconocimiento a su capacidad en la empresa, también trabajó en China como expatriado. La compañía le proporcionó a Lee un departamento de 132 m² y un automóvil de importación, al tiempo que él enviaba a sus hijos a una escuela inter¬nacional. Como tuvo prestaciones diferentes reservadas para expatriados, en realidad recibió un tratamiento de nivel ejecutivo. Muchos colegas envidiaban a los expatriados, ya que ser expatriado era un camino directo para convertirse en directivos. Su plan original era trabajar en China cuatro años. Sin embargo, terminó quedándose solo dos y empezó a hacer nego¬cios con Atomy.
Una reunión que comenzó con HemoHIM
El Sharon Rose Master, SungHo Lee, no sabía hablar ni una pala¬bra de chino, y fue elegido para ser un expatriado en China aun cuando era excelente en su trabajo y tenía excelentes evaluacio¬nes de desempeño. Para aprobar el examen de idioma, el último obstáculo, ingresó a un instituto de enseñanza de idiomas diri¬gido por la empresa y allí estudió chino tres meses en un curso intensivo de corta duración.
“No se me permitió usar el coreano para nada durante tres me¬ses. Tenía que memorizar todo lo aprendido ese día y presentarlo al día siguiente. Por eso, solo podía dormir de 2 a 3 horas al día y pasaba el resto del tiempo estudiando”.
Lee estaba sometido a un estrés tremendo porque reprobar el examen de idioma no solo lo descalificaría para el puesto, sino que también decepcionaría a su departamento, que le había dado una oportunidad. Fue cuando uno de sus amigos de la escuela primaria le presentó a HemoHIM.
“Creo que vi lo eficaz que era HemoHIM. Estaba en una situación muy estresante y difícil, tanto física como mentalmente, peropude soportarlo”.
Este amigo, que ahora es su patrocinador, le mostró HemoHIM, lo que fue su primer encuentro con Atomy. ¿Fue gracias a Hemo¬HIM? Finalmente, SungHo Lee pudo aprobar con éxito la prueba de idioma y conseguir el trabajo en China. Mientras se despedía de las personas que lo rodeaban, Lee les dio HemoHIM. Su tío, quien tenía un restaurante de sashimi, estaba especialmente inte¬resado. Quería saber más no solo sobre HemoHIM, sino también sobre el negocio de Atomy en sí. Una semana antes de que Lee se fuera a China, terminó asistiendo a un seminario de Atomy con su tío.
“Quería ver qué tipo de empresa era. El seminario me hizo pen¬sar que no era una mala empresa. Quería aprender más una vez que estuviera en China”.
Elegir Atomy para un futuro feliz
Lo primero en la agenda de Sungho Lee fue acostumbrarse a las tareas de un expatriado en China. Y una vez que se aco¬modó, empezó a investigar a Atomy a fondo. Buscó informa¬ción en Internet y usó su red Samsung para pedirle consejos a expertos.
Conocidos suyos, incluidos investigadores de institutos de inves¬tigación económica y economistas que trabajaron en bancos de inversión internacionales, le dieron buenas referencias de Atomy.
Mientras tanto, su tío cerró el restaurante de sashimi que había tenido por 27 años y empezó a trabajar con Atomy. Gracias al trabajo apasionado de su tío, rápidamente consiguió alrededor de 1000 socios. Las semillas que había sembrado antes de partir a China estaban comenzando a dar frutos poco a poco. Su tío espe¬raba que se uniera y dijo: “Creo que es realmente genial. ¿Cuándo vas a empezar?”.
Lee pensó que intentaría seguir con su carrera para alcanzar el nivel ejecutivo después de terminar su trabajo como expatriado y regresar a Corea. Si no hubiera funcionado, pensaba que en¬tonces podría probar en Atomy. Al mismo tiempo, se sintió res¬ponsable de su tío y vio el crecimiento de Atomy con sus propios ojos. Esto lo convenció de que tal vez no debería dejar pasar esta oportunidad. Más que nada, pensar en su propio futuro en el conglomerado gigante es lo que realmente lo hizo cambiar.
“Samsung es una gran empresa. Trata bien a sus empleados y tiene una gran reputación. Sin embargo, al ver de cerca a las per¬sonas que habían alcanzado puestos ejecutivos, el sueño de todos los empleados de la empresa, me hizo darme cuenta de que no los envidiaba en absoluto. Si bien renunciaron a: entre 20 y 30 años de sus vidas, tiempo con su familia y su propia salud por el puesto, no parecían muy felices”.
Ampliando la línea china con su experiencia de expatriado
el Sharon Rose Master SungHo Lee llegó a su cuarto año con Atomy este año. Puesto que ya ganaba millones en Samsung, es posible que sus ingresos ahora no sean los que eran. Sin embar¬go, esto no cambia su creencia de que trabajar con Atomy será más fructífero que trabajar para una empresa grande, si olvida¬mos el dinero.
“Cuando estás en una gran empresa, entre más asciendes, más te preocupas por lo que sucederá cuando te vayas. También te enfrentas a un “abismo de ingresos” después de la jubilación. Atomy, al contrario, te permite obtener ingresos que aumentan gradualmente a medida que incrementas tu progreso, por lo que las ganancias de los que están en la cima no se pueden comparar con los salarios de los empleados de las grandes empresas”.
Si bien está familiarizado con la cultura altamente competitiva de las grandes empresas, es más fiel que nadie al principio de que la “Honestidad y bondad son la mejor política”, una de las culturas corporativas de Atomy. Su mayor principio y estrategia es aban¬donar la codicia y considerar primero los intereses de sus socios.
Ser un ex agente de aduanas de Samsung no ha potenciado mucho su negocio de Atomy. De todas formas, espera que su experiencia como residente en China sea de gran ayuda para el recién lanzado negocio chino. Con Atomy, el Sharon Rose Master, SungHo Lee, entiende mejor los sueños que no pudo desarrollar como expatriado en China.
Los criterios de contenido, tales como las maestrías, se basan en la revista THE ATOMIANS 2020 (publicada en junio de 2020).